La homofobia resulta una práctica terrible en cualquier
ámbito, pero recuerda que el trabajo es un espacio supuestamente seguro en que pasas
muchas horas, y prácticamente tus compañeros son tu segunda familia.
Aquí en el trabajo se trasladan esas supuestas bromas que
esconden la homofobia, en comentarios dolorosos y despectivos, o en dar de lado
a compañeros por su orientación sexual.
Esta discriminación puede afectar en diversos afectos a
quien la sufre, y puede que retraiga al compañero a relacionarse con otros.
Esto le puede llevar a una depresión, sin contar que su rendimiento puede bajar
al no estar centrado. Por desgracia el rechazo a lo diferente siempre ha
existido. Esta situación puede llegar a tal punto que pueda peligra su empleo.
Para evitar esto lo primero que se debería hacer es
enfrentarse a ellos con calma, hablarles abiertamente de tu identidad sexual y
comentarles que tipo de bromas o insinuaciones no te gustan, y que consideren
el daño que hacen con ello. Si no tomamos la iniciativa puede que sea peor. Por
desgracia la homofobia está permitida en el ambiente del trabajo y esto puede
acabar derivando en delito. Aunque es una práctica que la empresa intenta
erradicar.
Lo
importante es que el acosador se dé cuenta de que sus palabras no pueden
herirte. Con esto no estamos sugiriendo que enfrentes la violencia con más
violencia. Guarda la calma y se firme en tus respuestas.
Por eso es importante para evitar esa discriminación hacerlo
público denunciando públicamente los casos de homofobia.
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